Deshumidificador de obra
Los deshumidificadores de obra son dispositivos imprescindibles para secar nuevas construcciones, tratar daños por agua o durante trabajos de renovación. Ayudan a extraer la humedad de paredes, suelos y techos, previniendo la formación de moho y daños posteriores. Los deshumidificadores aceleran notablemente el proceso de secado, lo que implica ahorros significativos de tiempo y dinero en proyectos constructivos.
Funcionamiento de un deshumidificador
Un deshumidificador funciona aspirando aire húmedo y pasándolo por un sistema de refrigeración. La humedad se condensa y se almacena en un depósito. El aire seco se devuelve al ambiente. Existen varios tipos, como deshumidificadores por condensación o por adsorción, que difieren en funcionamiento y eficiencia.
Criterios importantes de compra
-
Capacidad: Debe ser adecuada al tamaño de la estancia.
-
Consumo energético: Un consumo bajo reduce los costos operativos.
-
Nivel de ruido: Un funcionamiento silencioso es importante en zonas habitadas.
-
Capacidad del depósito: Un depósito grande minimiza las vaciados frecuentes.
Mantenimiento y cuidado
Para garantizar larga vida y buen funcionamiento se recomienda:
-
Limpiar el filtro de aire con regularidad.
-
Vaciar el depósito de forma habitual.
-
En deshumidificadores por condensación, limpiar el condensador con frecuencia.
Aplicaciones de los deshumidificadores
-
Nuevas construcciones: Aceleran el secado de soleras y enlucidos.
-
Daños por agua: Eliminación de humedad tras inundaciones o filtraciones.
-
Reformas: Secan edificios después de reformas o rehabilitaciones.
-
Uso industrial: Control de la humedad en almacenes y naves industriales.
Conclusión
Los deshumidificadores de obra son fundamentales en proyectos de construcción, restauración y en la reparación de daños por agua. Una correcta elección, uso y mantenimiento puede mejorar significativamente la eficiencia y durabilidad de los edificios.