Espuma extintora
La espuma extintora es un agente eficaz utilizado en la lucha contra incendios. Se compone de una mezcla de agua, concentrado espumante y aire. La espuma sofoca las llamas y enfría los materiales en combustión, lo que hace más eficiente la extinción del fuego.
Tipos de espuma extintora
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Espuma clase A: Adecuada para incendios de materiales sólidos como madera, papel y tejidos.
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Espuma clase B: Diseñada para incendios de líquidos como aceites, gasolina y disolventes.
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Espuma clase C: Para incendios de gases, aunque es menos común.
Funcionamiento de la espuma extintora
La espuma forma una capa densa sobre el material en llamas. Esta capa impide el acceso del oxígeno, necesario para la combustión. Al mismo tiempo, enfría la superficie y previene reencendidos.
Ventajas de la espuma extintora
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Cobertura eficaz: Se expande rápidamente y cubre grandes superficies.
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Efecto de enfriamiento: El contenido de agua reduce la temperatura de los materiales en llamas.
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Prevención de reencendidos: Forma una barrera que impide que el fuego se reactive.
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Menor daño por agua: Provoca menos daños que el uso de agua sola.
Aplicación de la espuma extintora
Se aplica mediante lanzas o generadores de espuma especiales. Estos dispositivos mezclan el concentrado con agua y aire para generar la espuma que se dirige al foco del incendio.
Aspectos medioambientales
Las espumas modernas son biodegradables y respetuosas con el medio ambiente. Aun así, se deben usar con moderación para minimizar su impacto ecológico.